Diagnóstico y tratamiento de alergias

Diagnóstico
La mayoría de nosotros deducimos nuestras alergias con base en algunos síntomas periódicos o repetitivos que sufrimos cuando nos exponemos a ciertas causas. Por supuesto hay una larga lista de alergias comunes que se descubren pronto si se sufre de alguna de ellas. Sin embargo, también puede ser que un paciente tenga una alergia ligera o única que no tenga un alergeno comúnmente conocido y por ende no se ha identificado como una alergia, pero los síntomas siempre se trata como síntomas no alérgicos. Cuando visita al doctor con sospechas de alergia, hay muchas formas en las que el doctor puede descubrir  cuál puede ser la causa. Un análisis combinado del historial médico del paciente y pruebas médicas pueden ayudar a comprender las alergias o el alergeno del paciente.

Algunas de las pruebas que se pueden realizar incluyen:

  • Prueba de escarificación
  • Prueba sanguínea
  • Prueba de parche
  • Prueba de inyección cutánea

Aparte de la prueba sanguínea, donde la sangre se pone en contacto directo con el alergeno sospechoso, todas las otras pruebas son formas de exponer al paciente a pequeñas cantidades del alergeno y ver si la patología del paciente reacciona.

Tratamiento
La mejor forma de enfrentar las alergias es evitar las causas alérgicas por completo. Sin embargo, hay muchos alergenos que son casi imposible evitar. Cosas que pueden ser partículas suspendidas en el aire o algo que de alguna manera puede llegar al agua y otras sustancias inevitables. Las respuestas a las alergias tienen dos categorías, una es tratar de hacerse inmune al alergeno o simplemente enfrentar los síntomas cuando comienzan.

La inmunoterapia es un intento del terapista para exponer al paciente a pequeñas cantidades del alergeno una vez identificado, y el objetivo es hacer que el cuerpo del paciente se adapte a la exposición al alergeno con el paso del tiempo. En ocasiones la inmunoterapia dura meses y puede incluso tener que repetirse después de unos años.

En términos de enfrentar los síntomas, se puede administrar descongestivos o antihistamínicos al paciente, dependiendo de cómo tienden a reaccionar a su alergia específica. Estos dos métodos aparentemente alivian el síntoma directo, que puede ser una congestión en las vías respiratorias o estornudos, escurrimiento nasal, comezón e irritación como resultado de histaminas que el cuerpo libera en respuesta a la sensación del alergeno.